MI INFANCIA.

Aquí en este blog las memorias son de mi padre, hay contadas por el y en un libro la fui recopilando, y ahora aquí las cuento tal como el me las describió, y las contó, el no ha visto esto publicado ya que murió desgraciadamente el 1 de Agosto del 2009, y era tal su ilusión verlas publicada que se fue y no lo pudo ver realizado uno de sus sueños, pero creo y pienso que el desde ese cielo lo verá ya aquí lo publicaré en su homenaje a el, y a tantas personas como fueron a esa Guerra Civil de España, que desgraciadamente no debería de haber ocurrido, pero pasó y aquí os iré contado, muchas gente que vivió aquellos terribles años se verán hay muy indetificado, así que aquí empiezo con todo cuanto el me contó.
Mi nombre, Manuel Romero Jimenez, un excombatiente de aquella guerra absurda de aquellos años, nací 24 de Octubre del años 1915 , en un pueblo de la provincia de Granada, llamado Albuñuelas.
Mi padre Paco Romero Ubeda, y mi madre María, era hijo único tube un hermano según me contó mi madre, pero ni lo conocí, murió así que crecí solo, todo esto supone que era hijo único y todo los caprichos dentro de lo que se podía me lo compraba, la infancia fue feliz hacia lo que quería , y una de mis anecdoctas fué que no iba al colegio, eso suponía que tenia tiempo de todo,
antes lo niños nuestras diverciones eran, coger animalitos del campo, como gusanos de seda, buscábamos moreda, que para los que no lo sepan eran unas hojas grandes verdes y eran los que comían los gusanos luego se convertian en mariposas, cuando dejaban sus huevecitos, yo solía tenerlo en una caja y los demás niños igual.
También otros de mis cosas que solía hacer era coger pajaros, y luego los metía en una jaula si la tenia y si no en una caja de cartón, y hay les daba de comer, esos eran los sueños de aquellos años, el que podía hacer eso el que no pues a dar vuelta por el campo, suelo acordarme que había niños que tenían mucha habré, porque escaseaba todo, yo cuando tenia pan o cualquier cosas se las daba, no podia ver pasar, hambre a mis amigos de aquellos años de niño, solía coger también lo pajáros y se los regalaba al maestro lo cual me regañaba pero lo aceptaba de todo gusto, porque recuerdo que algunos eran muy bonitos su plumaje, no había maldad solo mucho cariño entre los amigos eso si lo recuerdo, y a lo largo de mis años eso se me quedo grabado siempre.